En un sentido histórico, es necesario rastrear los procesos dancísticos de El Carmen de Viboral para poder sopesar su vigencia e impacto en el marco de las discusiones contemporáneas sobre género, violencia y poder. Más allá de la producción artística de la danza, resulta pertinente concertar un espacio de reflexión y de práctica en el que sea posible la construcción de alternativas creativas.